LOS HURRITAS




Los hurritas, ancestros de los pueblos de la India
La evidencia mas temprana de la existencia de una lengua índica no se encuentra en la India sino en la cuenca del Éufrates y del Tigris, hacia el siglo XVI a.e.c. Allí estaba el imperio de Mitanni, que se extendía desde las costas del Mediterráneo hasta los montes Zagros, en conflicto con los hititas en el oeste y con los egipcios en el sudoeste por el control del río Éufrates. El idioma de Mitanni era hurrita; hay una clara evidencia del vocabulario sánscrito en los documentos de Mitanni:
ila-ni mi-it-ra as'-s'i-il ila-ni u-ru wa.na-as's'i-el (en otro texto a.ru-na-as'.s'i-il) in.dar (otro texto: in-da.ra) ila-ni na-s'a-at-ti-ya-an-na (cf. Winckler, Mitteilungen der Deutschen Orient-Gesellschaft No. 35, 1907, p. 51, s. Boghazkoi-Studien VIII, Leipzig 1923, pp. 32 f., 54 f.)


Los cuatro dioses mencionados en éste tratado son los mismos que encontramos en el Rigveda (RV. 10.125.1). P. Thieme demostró que los dioses de los tratados de Mitanni son específicamente védicos, Varun.a y Mitra, Indra y N-satyau, con éstos nombres se encuentran solamente en los escritos védicos. ¡Sin embargo, están en los documentos hurríticos!
En el tratado entre los hititas y Mitanni, los reyes de Mitanni juraron por: Mi-it-ra (índico Mitra), Aru-na (Varun.a), In-da-ra (Indra) y Na-sa-at-tiya (Nasatya o As'wins). En un texto hitita relativo al adiestramiento de caballos y al uso de los carros de guerra escrito por Kikkuli (un hurrita) se usan los números índicos para indicar las vueltas de un carro en un recorrido: aika (índico eka 'uno'), tera (tri 'tres'), panza (panca 'cinco'), satta (sapta 'siete') y na (nava 'nueve').
En otro texto hurrita de Nuzi se usan palabras índicas para describir el color de los caballos, por ejemplo, babru (índico babhru 'marrón'), parita (palita 'gris') y pinkara (pingala 'rojizo'). El guerrero a caballo de Mitanni es llamado "marya" (índico-védico marya, 'guerrero, jóven'). Además hay una serie de nombres de los nobles y aristócratas de Mitanni que son claramente indios.
Es ya generalmente aceptado por la gran mayoría de los expertos en la materia que los vestigios lingüísticos arios en el Medio Oriente son específicamente indoarios y no iránicos, y que no pertenecen a un tercer grupo ni tampoco se deben atribuir a un hipotético proto-ario. Ésta conclusión ha sido incorporada en la obra de M. Mayrhofer, en su bibliografía sobre el argumento, Die Indo-Arier im Alten Vorderasien (Wiesbaden, 1966), y es la interpretación comúnmente aceptada. Ésta se basa en el hecho que cuando existen divergencias entre el iránico y el indoario y cuando tales elementos aparecen en documentos del Medio Oriente, éstos últimos siempre concuerdan con el indoario.
La división del proto-ario en sus dos ramas, indoario e iránico, debe necesariamente haber ocurrido antes que tales lenguas se hayan establecido en sus respectivos territorios y no meramente como consecuencia de desarrollo independiente después que los indoarios se establecieron en la India y los iránicos en Irán. Ésta conclusión podría demostrarse errónea sólo si se pudiera demostrar que los indios védicos, una vez emigrados hacia la región del Penyab desde su patria primitiva hayan emprendido un viaje de regreso hacia el Medio Oriente. No hay ninguna evidencia de tal eventualidad y por consiguiente una teoría que suponga tal complicación puede ser ignorada con absoluta seguridad... Una conclusión ulterior en base a ésta hipótesis es que el periodo proto-ario debería ser anticipado muchísimo tiempo con respecto a lo que se ha ya establecido, y de todas maneras no podría ser mandado a un periodo anterior al siglo XX a.e.c., como máximo.
Sarasvati es en primer lugar el nombre proto-indoario de un río en Irán, que después de la migración fue transferido al río de la India. El nombre iránico, Haraxvaiti, es una palabra tomada en préstamo del proto-indoario, con la substitución de h- por s-, lo que ocurre también en Hind/Sindhu. Otro caso similar es el nombre del río Sarayu, que fue transferido del Irán (Haraiva-/Haro-yu) a un río del noroeste de la India, y luego a un afluente del Ganges en la India oriental.
Los hurritas estaban presentes en el Medio Oriente desde tiempos remotos, lo que se puede determinar en base a términos suméricos como ta/ibira, 'herrero en cobre', para el cual hay suficientes pruebas que pertenece a un origen hurrita (Otten 1984, Wilhelm 1988). Atal-s'en se describe a sí mismo como el hijo de S'atar-mat, de otra manera desconocido, cuyo nombre es también hurrita. La regla de Atal-s'en no puede ser datada con certeza, pero probablemente pertenece al final del periodo gúteo (ca. 2090-2048 a.e.c.), o a las primeras décadas del periodo de Ur III (2047-1940 a.e.c.). Documentos del periodo de Ur III revelan que el área montañosa al este y al norte del valle del Tigris y del Éufrates estaban entonces habitadas por gentes de lengua hurrítica, que eventualmente penetraron en la región oriental del Tigris al norte de Diyala. Como resultado de las guerras de S'ulgi (2029-1982 a.e.c.), un gran número de prisioneros hurritas se encontraban en Sumer, donde eran empleados en trabajos forzados. Por éste motivo, un gran número de nombres hurritas se encuentran en la baja Mesopotamia en el periodo de Ur III. La etimología de tales nombres es ciertamente o casi seguramente indoaria, por ejemplo Artatama = védico r.ta-dha-man, 'cuya habitación es r.ta', Tus'ratta (Tuis'eratta) = védico tves.a-ratha, 'cuyo carro surge con ímpetu', Sattiwaza = antiguo indoario sa_ti-va_ja. 'que toma un botín', védico va-ja-sa-ti, 'adquisición de un botín' (Mayrhofer 1974: 23-25). El idioma hurrita se usaba en el siglo XIV a.e.c. al menos hasta Siria central (Qatna, y probablemente Qadesh), y su expansión probablemente fue el resultado de los movimientos demográficos durante la hegemonía de Mitanni. Entre los dioses que eran todavía adorados a fines del siglo XIV por los reyes de Mitanni encontramos Mitra, Varuna, Indra y los gemelos Nasatya, que conocemos a través de los vedas, los poemas indios mas antiguos.