Persépolis (del griego Περσέπολις, Persépolis, literalmente «la ciudad persa»), en antiguo persa: Pars, en persa moderno: تخت جمشید, Tajt-e Yamshid «el trono de Yamshid», fue la capital del Imperio persa durante la época aqueménida. Se encuentra a unos 70 km de la ciudad de Shiraz, provincia de Fars, Irán, cerca del lugar en que el río Pulwar desemboca en el Kur (Kyrus) (29°56′4″N 52°53′25″E). Su construcción, comenzada por Darío I, continuó a lo largo de más de dos siglos, hasta la conquista del Imperio persa por Alejandro Magno.
El complejo palatino de Persépolis descansa sobre una terraza de 450 m por 300, y 14 m de alto, que presenta cuatro niveles de 2 m. La entrada desemboca en el nivel reservado a las delegaciones. Los barrios de los nobles están en un nivel superior. Los barrios reservados al servicio y a la administración están situados en el nivel más bajo. Los barrios reales están en nivel más alto, visibles por todos. La piedra más utilizada para la construcción es la caliza gris. La organización de las construcciones sigue un plano rigurosamente ortogonal o hipodámico lado este de la terraza está formado por el Kuh-e Rahmat, en cuya pared rocosa están excavadas las sepulturas reales que dominan el sitio. Los otros tres lados están formados por un muro de contención cuya altura varía de 5 a 14 m. El muro está compuesto por enormes piedras talladas, ajustadas sin mortero y fijadas por medio de clavijas metálicas. La fachada oeste constituye la entrada del complejo y presenta el acceso principal a la terraza bajo la forma de una escalera monumental.
La nivelación del suelo rocoso está asegurado por el relleno de las depresiones con tierra y piedras. El aterrazamiento final está realizado por medio de pesadas piedras unidas entre ellas por clavijas metálicas. En el curso de esta primera fase preparatoria, la red de drenaje y de abducción de agua es puesta en marcha, a veces tallada en la misma roca.Los bloques han sido tallados y formateados con la ayuda de buriles y con herramientas mineras, permitiendo la fragmentación de las piedras en superficies planas. El levantamiento y posicionamiento de las piedras han sido asegurados por medio de maderos.
En la fachada sur, han sido encontradas inscripciones cuneiformes trilingües. El texto, redactado en elamita, es comparado con una inscripción del palacio de Susa
Estas inscripciones podrían corresponder al emplazamiento de la entrada inicial del complejo, antes de la construcción de la escalera monumental y la adición de la puerta de todas las naciones.
La configuración de la terraza sugiere que su concepción ha tomado en cuenta imperativos de defensa del sitio en caso de ataque. Un muro y las torres constituían el perímetro, reforzado en el este por un terraplén y por torres. La angularidad de los muros permite a los defensores cubrir un máximo de campo visual del exterior.
La terraza soporta un número impresionante de construcciones colosales, realizadas en caliza gris procedente de la montaña adyacente. Estas construcciones se distinguen por la gran utilización de columnatas y de pilares, de las que un buen número ha quedado en pie. Los espacios hipóstilos son constantes, cualquiera que sea su dimensión. Asocian las salas que cuentan con 99, 100, 32, o 16 columnas, seguidas de arreglos variables (20x5 para una sala del Tesoro, 10x10 para el Palacio de las cien columnas. Algunas de estas construcciones no han sido acabadas. Los materiales y restos utilizados por los obreros han sido encontrados también, no habiendo sido limpiados.Fragmentos de recipientes que sirvieron para almacenar pintura han sido sacados a la luz por casualidad en 2005 cerca de la Apadana. Confirman los indicios ya conocidos que atestiguan la utilización de pinturas para la decoración de los palacios.